10 julio 2014

Respirar por la herida (Víctor del Árbol)

Probablemente empezar a hablar de un libro cuando tan solo se llevan siete capítulos no sea lo más aconsejable ni adecuado, pero de alguna manera necesito hacerlo y al final que yo escriba en un blog (sea de libros o de cualquier otra cosa) es más bien por necesidad.
Ayer no tenía ni idea de que hoy (7 de julio) iba a empezar a leer Respirar por la herida. El libro lleva varios meses conmigo, desde Navidad creo, y lo tenía esperando junto a otros que esperan, sin más. Y ayer, cuando no tenía ni idea de lo que iba a leer hoy, me costó dormir más de lo normal porque estuve pensando, así sin pensarlo, en que no sé lo que haría si perdiese a alguno de mis hijos, en el dolor que se tiene que sentir, en la desesperación.Casualidad.

Hoy, 7 de julio, me he despertado bien temprano y nada más hacerlo he visto que Laky había organizado una lectura simultánea del libro en cuestión. Como no tenía ninguna novela entre manos, no he dudado en apuntarme. Un gran acierto, sin duda.


Que Víctor del Árbol es un buen escritor lo sabe mucha gente, domina el lenguaje de una manera increíble, crea personajes con los que de alguna forma empatizas a pesar de la distancia entre sus vidas y la tuya, entre pasados tan diferentes, crea historias de esas que te envuelven y que te meten tanto dentro que, a veces,  hasta duele. Porque a mí, de momento, su libro me duele. Me duele por la pérdida , por la soledad, por las descripciones y alguna que otra frase lapidaria que no he dudado en subrayar con un lápiz rojo y azul.

Ya no es 7 de julio y he terminado el libro. Todo lo que el autor nos cuenta gira alrededor de la persona de Eduardo, un pintor, que arrastra una gran pérdida y al que le contratan para pintar el retrato de un empresario «de pasado incierto» que lleva varios años en la cárcel. Pero lo que cuenta Víctor no es solo la historia de Eduardo. Todos los personajes tienen algo que decir, tienen un pasado detrás que de alguna forma les envuelve, tienen una vida que no es fácil. Lo que al principio parece casualidad, al final resulta no serlo siempre, no todas las veces. Todo tiene un porqué y es es porqué  el que hace que, de alguna manera, me haya quedado un poco tocada, ya que  convierte a  los personajes en personas reales, de carne y hueso, con sus dudas y sus tristezas, su dolor, su esperanza: padres que protegen a sus hijos, que actúan movidos por  la rabia y el dolor; personas que buscan el amor de verdad y que solo encuentran soledad o traición; gente que es capaz de matar sin pestañear pero que puede dedicar toda su vida a recuperar el amor de su vida. Los personajes son humanos porque nadie es malo del todo, ni bueno; todos tienen esa mezcla dentro, todos tienen algo que les motiva a actuar como lo hacen  y aunque lo hagan friamente para unas cosas, siguen a  su corazón en otras. Cualquiera de nosotros  puede estar tranquilamente vivendo su vida  y en un segundo verse arrastrado como los personajes de Respirar por la herida por los acontecimientos y a partir de ahí, uno nunca sabe cómo se va a reaccionar. Y eso es, quizá, lo que les hace cercanos.

Chica leyendo. Lucian Freud

No sé si lo que escribe Víctor del Árbol es novela negra, en realidad lo de las etiquetas es lo de menos y a mí, sinceramente, me da igual. La atmósfera del libro es un tanto de gris tormenta, de cielo plomizo. Víctor describe de una manera sublime, cuenta despacio, en capítulos largos, va tejiendo y enlazando y explicándonos poco a poco los porqués con algún giro inesperado que no deja de sorprender. La historia tiene algo de pintura, una de mis pasiones (he descubierto a  Lucian Freud), mucho de pérdida (toco madera siete mil veces), del peso de la culpabilidad, de venganza, de desesperación sin dejar de lado la esperanza, de amor, de sufrimiento, de ganas de morir y vivir,  de soledad, de lealtad y traición, de perversión y maldad, de vida, en definitiva. Una vida, que a veces, es dura y difícil de comprender.

Título: Respirar por la herida
Autor: Víctor del Árbol
Editorial: Alrevés
Pgs: 522
ISBN: 9788415098799

10 comentarios:

  1. A mí las novelas de Víctor siempre me duelen. Es imposible no leerlas y emocionarte, no dejan indiferente. Y ésta, quizás, más que ninguna. Porque no puedes evitar ponerte en el lugar de cualquiera de los protagonistas y sentir su pérdida.
    Víctor es más que un buen escritor; para mí es grande, grandísimo. Tampoco diría que sus novelas son sólo negras; sí oscuras pero no sólo hay suspense en ellas, también amor, thriller, narrativa..., yo que sé. Hay de todo.
    Muchas gracias por participar.
    Un beso

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  2. No son fáciles de catalogar las novelas de Víctor del Arbol por todo lo que tienen dentro. Las novelas de Víctor del Arbol son distintas, únicas y su forma de escribir y estilo muy especial.

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  3. Un libro que, como bien dice Laky, duele. Y que tras acabarlo, se queda mucho tiempo en tu cabeza, dando vueltas. Imposible olvidar sus personajes, sus historias, su dolor... Un grandísimo escritor. Y una fantástica reseña!
    Besotes!!!

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  4. Tuve las mismas sensaciones cuando leí este libro a comienzos de año. Te queda un regusto agrio en la boca por lo que ocurre y cómo ocurre, pero siempre deja VIctor una pequeña puerta entornada para que atisbes la esperanza tras ella aunque sea difícil abrirla.

    Bs.

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  5. Hola, Laky

    Ha sido todo un placer lo de participar. Esta es la segunda novela que leo de Víctor y aunque la primera me gustó mucho, creo que esta me ha llegado mucho más. Para mí ya se ha convertido en un escritor referencia. Dentro de poco leeré la siguiente y luego a esperar :)

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  6. Tampoco creo que sea importante lo de catalogar, Concha, igual para las editoriales, sí, supongo, pero yo cuando leo me da igual lo que sea, dentro de qué género esté. Sí que es verdad que tiendo más a un tipo de libros que a otros y que hay algunos que están muy claros a qué genero pertenecen.

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  7. Gracias, Margari :). En realidad yo lo de las reseñas lo llevo muy mal, eso os lo dejo a los que sabéis hacerlas de verdad. A mí me gusta hablar de lo que leo en plan muy simple y hay libros que te inspiran mucho más que otros. Desde luego esta historia es para inspirar.

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  8. Yo me quedé fatal, Angela, con ese regusto agrio que dices, pero a la vez dulce. Es difícil de explicar. Todavía le sigo dando vueltas.

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  9. Que decir que no haya dicho ya del autor y de la novela. Genial. Siempre quedará en mi memoria lectora.
    Un abrazo.

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  10. Sí que es genial, David. Un abrazo :)

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